Bitácora de un Aspirante a Infante de Marina

miércoles, 10 de diciembre de 2008

FME Finalizada

Bueno, el tiempo pasa volando, sobre todo cuando se mira hacia atrás y se ve como cosas que parecían que nunca iban a llegar ya forman parte del recuerdo…. La vida se antoja como una sucesión de experiencias de las que debemos escoger o vivir aquellas que nos dejen más grato recuerdo, porque al final, lo único que nos llevaremos con nosotros será eso, los recuerdos.
Estoy bastante tristón, sobre todo ahora que para contaros mi FME vuelvo a recordar estos cinco días; días que he intentado alargar lo máximo posible, sabedor de que al final serían devorados inexorablemente. …..
Llegué el domingo por la noche, después de tomar una café por la tarde con un buen amigo que ama a España y a sus FFAA casi tanto o más que yo,.. “qué envidia me das, cabrón. Pásatelo bien y acuérdate de los que aún no nos han llamado!”, me dijo cuando nos despedimos…. El viaje se me hizo muy corto, aún más cuando resulta que todo el camino lo hice a 105 km/h, … durante el trayecto fui escuchando canciones de cuando solía vestir de verde hace ya 20 años,…..llegué a mi destino sobre las 9, ya de noche.
Los muros de los castillos y fortalezas que rodean la vieja Cartagena se empezaban a ver, tenuemente, al contraluz del fulgor de la propia urbe, recortados en las siluetas de los montes entre los que se resguarda la milenaria ciudad. Cuando avanzaba a través de sus avenidas sentía una curiosa sensación de familiaridad,…. Ya conocía Cartagena de antes, pero las luces de las calles, de las casas, los rótulos de los comercios, los semáforos, y hasta los focos de los coches brillaban como si me quisieran dar la bienvenida…. Al igual que el viaje, el recorrido urbano se me antojó corto, muy corto. De pequeño,al jugar en Cartagena, ir al puerto, o al “Castillo de los Patos”, era toda una aventura, ahora atravesé la ciudad en menos de 4 minutos.
Al pasar el puente de la Algameca y dirigir el coche en el trayecto final hacía mi unidad, las luces de la ciudad desaparecen, y el coche se sumerge en un túnel formado por el negro asfalto y las copas de altísimos eucaliptos, que rodean la carretera. El final de ese tunel es el control de seguridad de acceso al cuartel,…. (término que me gusta mucho más que UCO).
Me presento en la garita de la puerta al soldado de control, que me hace un pase para el vehículo, y paso hacía el despacho del Jefe de Servicio, que se encuentra en la entrada del edificio de Plana Mayor. Aparco y me dirijo con mi documentación al Jefe de la Guardia, que no está. Por algún motivo, aunque saben que vengo, no tienen preparado un alojamiento para mí. Me voy a cenar a la cantina, que aún está abierta, y conozco allí a un RV de tropa que está activado en las mismas fechas que yo, J.C., y me ofrece su cuarto, (con 2 literas), para solventar el tema de mi alojamiento momentáneamente. Alojamiento solucionado, el resto de la noche pasa contándonos nuestras experiencias en esto de la RV, viendo fotos, y conociéndonos hasta que ya es hora de dormir.
Al día siguiente nos levantamos temprano, a las 6 am, nos vestimos, de faena él, y de trabajo yo, (que no tenía aún el uniforme de faena), y nos dirigimos a desayunar. El desayuno, para mí, que soy de “salado”, bastante escaso; Leche y galletas o leche y cereales, o zumo. Al terminar, volvemos al cuarto y nos cambiamos de “bonito con guantes blancos” para la presentación. Por lo visto esperaban a 3 RV, pero solo hemos acudido 2. Hacemos las presentaciones, y tras ellas, nos dan la documentación de estar en el Tercio de Levante, y mi compañero se dirige a su destino, la unidad de vigilancia. Yo me dirijo a mi destino, donde ya sabían que llegaba y me estaban esperando como agua de mayo,…. Había trabajo preparado y contaban conmigo,… esto empieza bien…. Me dan un certificado para recoger el resto del vestuario que me falta y me voy al almacén de vestuarios a que me lo entreguen. Me dan el mimetizado, las botas y algunas prendas de ropa interior y un forro polar. El 2/4 de goretex no lo tienen, pero el Brigada de almacenes me cede uno que tiene de sobra para que lo utilice mientras esté allí.
A la vuelta de vestuario ya me habían dado un alojamiento, en el edificio de la plana mayor, una habitación que acababan de pintar, aunque olía a humedad y tenía mucha suciedad debida a años de desuso,…. Dejo los petates me cambio rápido y vuelvo a mi destino.
Rápidamente mi Subtte. me explica la estructura de la oficina, algunos protocolos y quienes son mis jefes directos e indirectos, seguidamente damos una vuelta por el Tercio para conocer las instalaciones que dependen de mi oficina. El Subtte. C. es un gaditano con muchos años de servicio, bastante afable, y que se conoce todo el tercio como la palma de su mano. Me dice que me prepare, que al día siguiente empieza el “jaleo”, vienen gente del Arsenal a realizar una actualización de sistemas, y que por culpa de eso, el ejercicio de tiro que estaba previsto para la PLM, se suspende,…. Hay trabajo y hay que hacerlo.
Tras este primer día de trabajo, voy a comer y vuelvo al cuarto,…… hago una limpieza de urgencia a la espera de una limpieza más profunda posterior, y adecento el cuarto bastante, con un par de colchas haciendo de cortinas y algo de ambientador el cuarto queda bastante aceptable, tiene su cuarto de baño propio, es muy luminoso, y ahora parece otra cosa…. Al terminar salgo a la calle y no hay nadie. Todo el mundo se va a las 14:00…. Me pongo la ropa de deporte y me voy a correr un poco a la dársena del puerto donde está la Escuela de Buzos de la Armada,….. me ducho y oh! sorpresa ¡no hay agua caliente…… Pues con agua fría, que no se diga que a un infante de marina le asusta el agua….. Ceno algo, y me vuelvo a mi cuarto a leer una novela de historia que compré en Cádiz.
Amanece el martes con un frío de narices, y viento, estoy destemplado quizás por culpa de la nueva ducha de agua fría, el café con leche reconforta algo pero no del todo,.. reconforta mucho más el 2/4 de goretex que me dejó el Brigada. A las 8 en la oficina y empezamos a currar. Me entero que la compañía de seguridad se va de vivac tres días, me despido de J.C. deseándole que se lo pase bien, y empezamos a trabajar en la actualización y “normalización” de los equipos…. Al terminar la jornada, le digo al Subte. que por las tardes estoy solo y que es una pena, porque solo estaré 5 días y tener las tardes vacías es desaprovechar mi tiempo,…. Y que si puede, que me adjudique tareas. Sin problemas, me busca nuevas actividades y trabajos para aprovechar mi estancia,….. Esto me recuerda lo que ya muchos me dijisteis,…”aquí en la RV, si quieres algo, te tienes que mover, ….. si te quedas quieto, nadie te dirá que hagas nada ni que aprendas nada, ……pero si pides hacer o aprender, nó solo lo harás, sino que tu estancia será más útil y productiva”,…. Y así fue, mi tiempo libre por las tardes se volvió gratamente productivo, a la vez que yo me sentía útil. Además no me perdí ni un solo arriado de bandera, ni por supuestos los izados.
El resto de los días, miércoles, y jueves, y también el viernes, antes de la despedida, se desarrollaron exactamente igual, con la mala noticia de que la caldera del agua caliente estaba rota y si quería ducharme con agua caliente, tenía que irme a un vestuario que estaba a 400 metros de mi dormitorio… así que me duché y afeité,… (esto último fue lo peor) con agua fría. Por cierto, que mis mortificados pies, aún convalecientes tras la doma de los borceguíes, se enfrentaron con valor y resignación de nuevo a la tarea de domar las botas recién entregadas; y pese a las tiritas, el compeed, níveas, grasa de caballo y demás componendas para reducir heridas, llagas y ampollas, al final, han acabado destrozados,…. Pero han cumplido con su deber, y yo con ellos.
La integración en mi destino fue todo lo “total” que puede ser cuando se llega a un sitio sin tener ni idea de cómo se trabaja allí,… al principio, para la cosa más tonta tenía que estar preguntando cómo se hacía,… normal, pues no sabes cómo es su rutina ni como tienen organizado el trabajo,… Pero según me iba enterando me daban más cancha y más trabajo, contribuyendo con ello a sentirme útil e integrado….. y cada día más y mejor. Por la mañana, si el personal de la oficina corría, yo iba con ellos a correr,…. Si había que ir al arsenal a por algo, yo iba con ellos, si había que encargarse de algo y yo podía realizarlo, me encargaba yo,….. y por supuesto, si había que ir a tomar un café, pues yo también iba allí como uno más J. En resumen, aunque me hubiera gustado algo más “operativo”, estuve muy contento y trabajé de lo lindo.
El trato con todo el mundo fue normal, con esto no quiero decir que fuera malo ni bueno, sino normal, absolutamente normal …..(y dada nuestra situación en muchos destinos, y las actitudes de algunos otros, lo considero muy positivo). En mi destino estupendo, tanto con mi jefe, un Subte., como con la tropa, (un Cabo 1º y un cabo), con más de 10 años de servicio. Con el resto del personal de otras ubicaciones, igual de bien; la tropa me trataba como a cualquier otro mando, los suboficiales conmigo igual que si fuera uno más de ellos, (de hecho, solo pude percibir aprecio y compañerismo). Y con los oficiales y jefes, exactamente igual, recibí el mismo trato que el resto de suboficiales,… (evidentemente yo era nuevo y no tenía la confianza que tenían los demás, ganada después de muchos años de servicio,…. pero eso no influía a la hora de dirigirse a mí.)
Al llegar el viernes, a las 13:00 me vuelvo a cambiar de “bonito con guantes blancos” y procedo a despedirme de todo el mundo,…. “que poco tiempo!”,. “¿Cuándo vuelves?”, “que tal te lo has pasado?” “estas contento?” preguntas y exclamaciones que se repiten con cada interlocutor al que me presento; nos entregamos teléfonos y direcciones de email para estar en contacto, y les repito a mis jefes, que activado o no, cuenten conmigo para lo que sea…. Haciendo incapié en el “para lo que sea” . Ya en el despacho del jefe de Detall firmo el compromiso por tres años, y me dan el certificado de “terminado con aprovechamiento” la FME…
Ya se ha acabado, voy a comer y me despido de algunos que aún no había visto, y que ya son amigos, hablamos de la Rv en la comida, les cuento lo poco que se sobre ella y se quedan flipados cuando saben que los no funcionarios renunciamos a nuestras vacaciones para venir a aquí, o que no tenemos protección laboral efectiva, Nadie sabe cómo va a evolucionar esto, pero se muestran contentos de que estemos allí, “sería mejor que estuvierais más tiempo” me dicen… “eso no depende de nosotros”, les respondo.
Al volver al cuarto a cambiarme, me entra una tristeza enorme, tristeza que aún me dura, no sé porqué tardé muchísimo en recoger todos mis efectos personales, mucho más que cuando terminé mi FMB,….. Al acabar y salir de la habitación, el ruido metálico de la puerta al cerrarse sonó con un eco extraño, un eco a “vacío” que hizo vibrar el resto de puertas del pasillo. Entrego mi llave al oficial de guardia y me dirijo al coche. Me despido del soldado de plantón con un “buen servicio”, y él me saluda militarmente, “a sus órdenes, vuelva pronto” me dice, y arranco el coche antes de que pueda ver como los ojos se me desbordan de agua.